lunes, 28 de diciembre de 2009

15 years of Chaos and Confusion.

Ya en una entrada previa platiqué este anecdota, y hoy lo vuelvo a sacar a colación porque se acaban de cumplir 15 años de aquel fin de semana, lo platico más con la emoción y respeto de recordar a Morgoth y ese show en el "Andy Briges", lo demás, mmm, pues es que va junto con pegado. See ya.

No puedo negar que diciembre me gusta, se presta como para hacer reflexiones de lo que termina y empieza, y cómo evitar el repetir las mismas pendejadas (aunque rara vez funciona), pero más que propósitos o cualquier madre por el estilo, nos permite llevar un "orden" de los eventos de cada uno. Es así que desde hace 15 años, sin falta tengo estas líneas en mi memoria. Se las comparto sin otro fin que agradecer a quienes me acompañaron en aquellos días, y probablemente en estos. Keep Rotting !

Era 18 de Diciembre de 1994, MORGOTH se presentaba en la llamada “Nueva Catedral del Metal” en Naucalpan, Edo de México. Tuvimos la suerte de enterarnos una semana antes del evento, por aquellos tiempos sucedía mucho que te enterabas semanas después, así que David (bataco de ANTON), Octavio Hdz (carnal muy metalero) y su servilleta, decidimos abordar un A.D.O. rumbo a la Capital, llegamos e hicimos el obligado recorrido al Chopo, después a buscar el bendito lugar, era la primera vez que iba al afamado “Andy Bridges”, la fila era la esperada, un “sold out” estaba cercano (que tiempos aquellos no??) recuerdo que nos subimos a unas “gradas” como en el segundo nivel, y veíamos como la pista se iba llenando frente al escenario, me picaban los pies de estar ahí, así que sin más le dije a mis compañeros “- Señores, yo voy para abajo” y a los pocos minutos sale Marc Grewe gritando con su voz desgarradora “-Are you ready for MORGOTH ¡!!”, simplemente inolvidable, y estalló la descarga de Death Metal “Under the Surface”, la chingonsísima “Resistance”, “Body Count”, con “Burnt Identity” recuerdo que un cabrón me cayó encima, literalmente aterrizó sobre mi cabeza, que madrazo, decidí hacerme un poquito al lado de la zona de guerra, “Isolated” , “Female Infanticide”, entre otras, recuerdo que el concert duró poco más de una hora pero vaya, que intensidad de banda, creo que todavía lo pondría dentro de los mejores y más violentos conciertos a los que he asistido.


Terminando y tratando de salir del lugar, el Dave se encontró al hermano de Carlo H., cuate de él, y así se dio la oportunidad de pasar “tras bambalinas” con los alemanes esos, recuerdo que iba en un pasillo rumbo al cuarto donde se hallaba la banda y un alegre olor a yerba penetró en mi sistema, a medida que avanzaba se hacía más fuerte, puro “poder”, al dar vuelta y ver a todos los Morgoth sentados en un sofá con un cigarro más largo que el puente “Guadalupe-Reyes”, la pura somereada me trae buenos recuerdos, ahí me firmaron mis discos y un poster del “Odium” con dedicatoria y todo el pedo, mucho tiempo pegado en la cabecera de mi cama, luego ya no supe dónde quedó. En fin, saliendo del lugar y después de despedirnos de un par de camaradas, emprendimos la huída a la central, ya que salíamos ese mismo día de regreso a las, todavía no tanto, contaminadas playas de Tampico-Madero.


Recuerdo que una de mis compras en el Chopo fue el soberbio disco de Grave “Souless”, mi casa estaba vacía y mientras lo escuchaba a buen volumen me habló Memo H. para irnos a echar unas chelas a la playa, acepté con gusto, el día se convirtió en noche, después de no se cuantas cervezas, ni la lluvia, frío y viento nos molestaban en lo absoluto, creo que los tres estábamos entumecidos, Memo, Joel y su servilleta, y quien me conoce sabe que puedo ser insoportablemente terco, empecé “-Vamos a mi casa para que escuchen el ”Souless” de Grave”, así repetidamente, hasta que me hicieron caso, nunca llegamos a la casa, un absurdo y violento accidente se interpuso e hizo que, literalmente, estrellara y desmadrara mi cabeza en el parabrisas, salí como pude pero la sangre en mi rostro no me dejaba ver absolutamente, casi pierdo mi ojo izquierdo (bueno, me quedaba el derecho no?) , todo aturdido mis amigos me llevaron a una casa cercana de otros amigos (los Rangel) y de ahí ya no recuerdo nada hasta ver que varias enfermeras me están cortando con unas tijeras mi pantalón y mi playera, y lo único que pude decir fue “-Porfavor, no me corten el cabello”, vaya pelado pendejo, después de dos días en el hospital regresé a casa.

En fin, junto ambos anécdotas, porque en mi mente así los tengo, vinculados uno con otro, inseparables para mí esos dos días. El tiempo ha pasado, 15 años, el recuerdo del accidente no es más que eso, y ahora trato de ponerme cinturón, algunas cicatrices todavía están ahí pero no duelen en lo absoluto, “Souless” sigue siendo uno de mis discos favoritos, y la voz de Marc Grewe junto con Morgoth sigue retumbando en cada neurona de mi lastimado cerebro.

Hail to Death Metal Motherfuckers !

2 comentarios:

Zombie Ritual Fanzine dijo...

CHINGON!!

Gracias por recordarme a esa bandota.
Saludos!

Victor Varas

Anónimo dijo...

se te paso decirte que al despertar preguntaste por tu disco de grave, pinche mono vale madres de aquellos tiempos...

siguenos ilustrandonos con mas anecdotas perversas.

saludos carnal.

el beto del mal