Pinnacle of Bedlam
Nuclear Blast, 2013.
Para sumergirte en un disco de Suffocation tienes que estar
bien consiente lo que Death Metal significa, porque es básicamente explorar uno
de los abismos más siniestros, profundos, oscuros... sofocantes
de la música extrema. Los riffs
son dagas lanzadas con rabia y a
distancia directamente a tus oídos. “Pinnacle
of Bedlam” inicia con toda la carne
puesta al asador, todos los instrumentos
puestos a prueba desde el primer segundo, incluso la voz, es una forma definitiva de anunciar lo que
estará sobre la mesa los próximos 39 minutos. “Cycles of Suffering” es una cátedra de música extrema, es el
sonido de Suffocation, si alguien cree
que aquellos tiempos del “Effigy of the
Forgotten” se quedaron atrás, traten de
considerarlo nuevamente, este es del Death
Metal heredado de los 90´s por esa
camada de leyendas estadounidenses de la costa este, influenciando a toda una
generación. Suffocation se ha encargado desde su reagrupación en el 2004 con
“Souls to Deny” de hacer básicamente lo que dominan hacer, DEATH METAL a base
de enfermizos riffs, velocidad, punch y brutalidad, todo lo demás, es lo de menos. “Eminent Wrath” es un ejemplo
de ejecuciones al extremo sin sacrificar la calidad ni claridad en cada riff o
solo, iniciando con un enfurecido solo en el que puedo hasta dibujar la descarga de
guitarras en vivo a cargo de T. Hobbs & G. Marchais, una de mis piezas
favoritas. Un punto muy claro en esta grabación
en la maduración en cuestión de producción,
en este disco repite Joe Cincotta
como el “entrenador en jefe” del sonido y esto se nota, en este punto supera a
su trabajo anterior en la calidad de grabación
(igualando su fiereza) pero después de todo, lo que quieres
escuchar de un disco de Suffocation es esto,
la brutalidad en su mejor y más intensa ejecución. Vamos,
no queremos comprar un disco que suene a lo mismo que hicieron en los inicios
de los 90´s, parte de la apreciación de la música es su evolución, evolución
que no cae en sonidos “trendies”, o melodías infinitas,
no señores, esta banda ofrece lo
que sabe hacer, música extrema sin
compromisos, y no puedo estar más
agradecido.
“As Grace Descends”
llegó directamente a las pantallas con un video oficial, el cual está
bastante rocker y chelero, realmente pensé que la chica se arrancaría la
playera, en fin, no hablaré de cosas tristes. “Sullen Days” contrasta al tener sus primeros
cuarenta y cinco segundos de un intro melódico solo para destapar la
cloaca, es una pieza con medios
tiempos, riffs agudos y sufocantes que
solo son machacados por la velocidad de los siguientes riffs y batería aplastante que llenan todo en la canción, definitivamente
hacen gala de destreza y dominio de técnica, terminando con la misma melodía
con que inició. “Pinnacle of Bedlam”
puede ser nombrada la pieza más brutal del disco, el solo es místico, eso y la gama de riffs brutalmente
ejecutados, la cadencia de la voz es
precisa y la batería hace muestra de maestría, de verdad que una pieza para repetirse. “My Demise” es una rola dedicada a la vieja
escuela, el sonido de cada instrumento está en “overdrive”, un excelente solo,
riffs, y siempre me ha gustado cuando el sonido del bajo llena cualquier
hueco, bueno aquí se disfruta de principio a fin, quieres dejar de extrañar a Mike Smith en los
tambores, si todavía no te
convences tienes a “Inversion”, aquí Dave
Colross (Dave ya
fue tambor en “Despise the Sun” ) hace y deshace los tambores con velocidad y
precisión, es un ejemplo de las rolas
que demuestran el salto del sonido con respecto a su producción anterior. Así transcurre
básicamente todo el disco, muestras de evolución en ejecución más siempre
conservando el sonido más primitivo del Death Metal americano. La voz de Frank Mullen ya es una marca
registrada y nadie va a venir a venderle “pastelitos “ a Bimbo y menos si están podridos. Básicamente
si has seguido su carrera desde el inicio y su regreso con “Souls to Deny”, “Suffocation”
y “Blood Oath” han sido discos que te
han convencido, entonces tienes que
tener “Pinnacle of Bedlam” no hay
desperdicio alguno, la producción supera
los anteriores trabajos, cierto, el
sonido es más limpio, no por ello deja de ser brutalmente legítimo.
Suffocation
tiene ya su nombre grabado en la historia, este es su último capítulo, bueno, el más nuevo, el último todavía está lejos,
probablemente en algún rincón lejano, oscuro y lúgubre, donde la música llega
al punto de la SOFOCACIÓN.
Keep Rotting !